Chile firmó la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y formas Conexas de Intolerancia el 22 de octubre de 2015. Desde entonces, las organizaciones sociales y activistas afrodescendientes e indígenas insisten en la ratificación e implementación de este instrumento internacional por parte del gobierno nacional, en aras de identificar y trabajar en la erradicación de prácticas racistas y discriminatorias.
Cristian Báez es un líder afrochileno que desde hace más de 15 años trabaja desde la sociedad civil para lograr el reconocimiento de los pueblos ancestrales en su país, principalmente, del pueblo afrodescendiente. El trabajo de incidencia que se desarrolla en la organización Lumbanga—para lo cual cuenta con el apoyo del Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad)—ha girado en torno a la promoción de legislación que permita a la sociedad chilena superar las prácticas racistas y discriminatorias arraigadas en su estructura. Por tal razón, el activista hace un llamado a parlamentarios, organizaciones sociales afrodescendientes e indígenas, y comunidad en general, para que se logre la ratificación e implementación de la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y formas Conexas de Intolerancia (en adelante Convención Interamericana contra el Racismoo CIRDI).
Raza e Igualdad, en el marco la su campaña CIRDI 2024 “Hacia una región libre de discriminación racial”, conversó con este activista chileno, quien se refirió a las manifestaciones racistas y discriminatorias en medio del fenómeno migratorio que atraviesa el país. “Chile es el segundo país con mayor migración, después de Estados Unidos, especialmente de la población afrohaitina y afrocolombiana, siendo las y los niños objeto de burlas y rechazos racistas, que lo disfrazan de bullying y eso no se sanciona en los colegios ni en el sistema de salud. En este último año hemos tenido el suicidio de mujeres haitianas producto de racismo en el sistema de salud y no existe protección ni sanción alguna por estos hechos”, remarcó Báez.
Chile ha avanzado en la creación de medidas de protección dirigidas a los pueblos étnicos afrodescendientes; por ejemplo, la Ley Zamudio. Sin embargo, el líder afrochileno califica esta normativa como “incompleta”, ya que sólo protege a los pueblos étnicos cuando estos son objeto de violencia o agresiones, y no establece medidas para prevenir esas situaciones. Por lo tanto, asegura Báez, la ratificación CIRDI es una oportunidad para fortalecer las políticas nacionales para la promoción y defensa de los derechos humanos. El activista sostiene que “con la ratificación de la Convención Interamericana contra el Racismo, podríamos hacer visibles una cantidad de agresiones en el país en las que las principales víctimas es el pueblo afrodescendiente”.
Finalmente, el líder afrochileno hace un llamado a organizaciones afrodescendientes e indígenas de Chile para continuar con los procesos de fortalecimiento legislativo del país para lograr una vida plena. “Hermanos y hermanas de la diáspora, seguir incidiendo en las Cancillerías de los países para lograr la protección de los pueblos”, dijo. Además, refirió que hechos como el asesinato del ciudadano afroestadounidense George Floyd, ocurren cada día en todos los países de las Américas, pero no todos tienen la misma visibilidad y la mayoría queda en la impunidad. “Y eso no se puede permitir, ni como pueblos afrodescendientes, ni como ciudadanos preocupados por el desarrollo de nuestros países”, expresó.
Siendo Chile uno de los Estados que ha avanzado en la firma de la Convención Interamericana contra el Racismo, Raza e Igualdad continuará trabajando con el gobierno, activistas y organizaciones sociales del país para lograr la ratificación e implementación de la CIRDI.
